lunes, 27 de febrero de 2017

La vida tranquila - Reseña

Pocos encuentros más poderosos y apasionantes que el de una novela de Marguerite Duras traducida por Alejandra Pizarnik. Eso solo ya vuelve incomparable a este libro.
Pero mucho más si la obra en cuestión es La vida tranquila. Novela que es considerada como el texto en que Duras encontró su voz propia, su estilo inconfundible, hecho de violencia poética y de una mirada impasible sobre los acontecimientos, de una reflexión profunda sobre el amor y el desamor, de lazos que se rompen y secretos que se guardan para siempre.
La vida tranquila cuenta, o mejor dicho, rememora, el momento en que el hermano de la narradora se bate a duelo con su tío. A partir de esa incidencia se dispara una historia de amor, locura, incesto y muerte. Ambientada en un clima provincial, cargado de aburrimiento y soledad esencial, la aspiración de tener una vida tranquila aparece como un sueño lejano, inalcanzable.



Este no es el tipo de libro que suelo reseñar en mi blog —que no quiere decir que no sea el tipo de literatura que me gusta—, pero me sentí con ganas de compartir mis impresiones de él con el mundo. Antes de que cierren la pestaña porque sienten que no va a ser para ustedes, les pido que lean. Con otra disposición, claramente. 

Mi papá me regaló este libro para Reyes. Fue conmigo a la librería, me dijo «te lo quiero regalar», lo hizo envolver y me dijo «abrilo el 6, antes no». Mi papá es una de las personas que más literatura me ha regalado, que más me ha hecho conocer mundos y narrativas diferentes. No solo me estaba regalando la oportunidad de conocer a Marguerite Duras, sino la de leerla traducida por Alejandra Pizarnik, una de mis poetas favoritas

Amar este libro no fue ninguna sorpresa. No siempre se tiene la posibilidad de caer en una prosa tan hermosa, tan bien cuidada. No es uno de esos libros en los que pasa de todo, sino más bien una novela introspectiva —esta es la palabra clave—, el sentir y las reacciones de la protagonista en primera persona, todo lo que desencadena la pelea que se nos menciona en la sinopsis. (Fallo en encontrar el incesto, ya que hablamos de la sinopsis, salvo en el amor que siente la protagonista por su hermano, aunque no me pareció de este tipo, si bien es profundo. Lo menciono por si eso tira a alguien para atrás). Estamos todo el tiempo en la cabeza de Francine —Françou, como la llaman sus seres queridos—, que es de esas narradoras de las que he hablado antes, por ejemplo en Historia del futuro según Glory O'Brien; pareciera que ve su vida, más que vivirla

No son los hechos lo más importante aquí, importa la profundidad de las reflexiones de Françou, tanto del universo como de sí misma, si no es que se trata de la misma cuestión. Las apreciaciones sobre su ser, tanto en un plano mental como físico, la cercanía con nuestras carencias emocionales y el poco amor que sentimos hacia nuestros cuerpos muchas veces. Este libro tiene varias décadas y, aun así, es cercanísimo.

También es crucial la belleza de la prosa, como ya dije antes. No puedo hablar de lo maravillosa que es sin dejar alguna cita, así que voy a darme el lujo de permitir que el libro hable por mí en esta reseña, que les muestre de qué hablo cuando digo que es excelente. 


Esto es Literatura. Con mayúscula. De la bella y de la buena. De la que nos hace terminar el libro siendo mejores que cuando empezamos a leer. De la que se queda en nosotros para siempre. De la que nos hace pensar «ojalá pudiera escribir así de bien». Sin desmerecer al resto de la Literatura, sin entrar en distinciones soberbias y elitistas. Solo centrándonos en lo bueno que es este libro, en la suerte que tenemos de que Marguerite Duras haya decidido escribir.

Mi papá ya me recomendó otros libros de Duras, así que voy a volver a sumergirme en sus páginas, con mucho gusto. Ustedes, ¿a qué están esperando?


jueves, 23 de febrero de 2017

Diez negritos - Reseña

Diez personas son invitadas por carta a pasar unos días en una isla paradisíaca, y cuando llegan a la mansión donde se hospedarán, escuchan una voz en off que les dice que cada uno morirá para purgar el crimen que ha cometido. A partir de allí, empiezan a ser asesinados misteriosamente, y van muriendo del mismo modo que reza una vieja canción: "Diez negritos se fueron a cenar. Uno de ellos se asfixió y quedaron nueve. Nueve negritos trasnocharon mucho. Uno de ellos no se pudo despertar y quedaron ocho..."










Leí este libro porque fue el elegido por el #Clubdelectura.uy como libro del mes de febrero. Fui una de las que lo propusieron, ya que lo había leído hacía unos cuantos años y me había parecido un gran libro. Antes de ponerme a releer —cosa que me llevó unas tres o cuatro horas, como mucho—, estaba un poco nerviosa porque había leído en Goodreads que a dos o tres personas del club no les había gustado nada o casi nada. Entonces pensé «¿me habré equivocado?, ¿cuando lo lea ya de adulta me va a parecer malo también?, ¿sería peor de lo que lo recordaba?». Para nada. Lo disfruté como cerda de nuevo, incluso ya conociendo el final —lo que me permitió concentrarme en otros detalles que seguramente no contemplé la primera vez—. Como suele pasar, sería una cuestión de gustos.

Esta es una novela cortita de misterio, ese misterio clásico de la primera mitad del siglo XX. Agatha Christie es una escritora conocidísima que no necesita presentaciones. Y este es uno de esos libros que sientan las bases a montones de historias más. Otros libros, series, películas, juegos, anime... La cantidad de material nuevo que se ha creado con la base de Diez negritos es impresionante. Incluso hay una serie bastante nueva de la BBC, de la que saqué algunas imágenes.

No hay mucho que se le pueda agregar a la sinopsis que tienen allá arriba. A estas diez personas las invitan de formas un poco raras pero convincentes a ir a la isla del Negro. Ocho invitados, que suman diez con los Rogers, que son criados y que tampoco conocen al enigmático señor Owen, dueño de la isla. ¿Qué tienen en común estos invitados? En principio, nada. Pero cuando el fonógrafo empieza a sonar y a descubrir por qué fueron invitados, vemos la conexión: a todos ellos se los acusa de un crimen que no fue descubierto o que no fue penado

Es entonces cuando muere el primero de ellos, cuando desaparece la primera estatuilla de negrito de la mesa, cuando se cumple la primera estrofa de la canción de cuna. Y poco a poco la paranoia empieza a apoderarse de nuestros invitados. El miedo, la desconfianza, la sospecha; ingredientes que van a tener a estos personajes al borde de los nervios todo el tiempo. Es tan interesante cómo se maneja la psicología de cada uno en estas situaciones que, después de unos primeros capítulos introductorios en los que se nos mezclan los nombres y no sabemos quién es quién, empezamos a realmente saber más de todos hasta empezar a hacer teorías locas.

Es muy difícil saber quién es el culpable de los crímenes de la isla. Es más, la primera vez que lo leí spoiler me agarré un candidato casi al inicio y estaba segurísima de su culpabilidad... Hasta que apareció muerto spoiler. Así de frustrante es esta novela, que no falla en dejarnos con la intriga hasta el final, ese final frenético en el que ya no entendemos nada, en el que elaboramos las teorías más dementes de todas porque ¿cómo mierda se explica si no es de esa forma?


Y ahí llegan los dos últimos capítulos, de los que no voy a decir nada. Es muy de las novelas de esa época contarte al final todo, explicarte los cómos y porqués del misterio. Es todo lo que puedo decir sin cagarles el efecto.

Quizás lo más difícil de esta novela, para algunos, sea la prosa. Hay que tener en cuenta en qué año fue escrita, por supuesto, pero además que arranca contándonos quiénes son los invitados y dándonos algo de información, lo que al principio puede marearnos y no enganchar tanto. Creo que es muy importante que se haga, a pesar de todo. Y creo que cuando arranca a tomar fuerza, ya es imparable. Ya es necesario saber qué pasa. El jueguito psicológico me parece muy bien manejado desde la narración, aliada más del misterio que del lector. Ayuda también esa ambientación sencilla pero determinante que es la isla, lejos de toda civilización, toda ayuda exterior. La tormenta, la casa moderna pero aterradora. Todo suma, suma. 

En definitiva, considero que este clásico es indispensable para los amantes del misterio, que tiene todo para generarnos ansiedad y sorprendernos con el final. Ya ven que hubo algunos a quienes no gustó —y es totalmente válido—, pero me parece que igual está bueno darle una chance. Porque, al fin y al cabo, ¿a quién no le gusta un buen misterio que parece imposible de resolver?

lunes, 20 de febrero de 2017

Winter - Reseña

Había una vez... una joven princesa que era tan hermosa como la luz del día; que era aún más hermosa que la propia reina. Cinder y sus compañeros lograron suspender la boda real. El nuevo plan es lograr lo imposible: la rebelión en Luna, pero un solo paso en falso puede acabar con la vida y los sueños de todos. Lo que Cinder aún no sabe es que en Luna encontrará una aliada decisiva: una joven que con su belleza y su bondad puede ser la clave para destronar a la reina Levana. ¿Será Winter, la muchacha frágil e ingenua, la que les muestre a los lunares que existe una vida más allá de la manipulación y del terror? En el último tomo de Crónicas Lunares, Marissa Meyer cierra maravillosamente una historia que te mantuvo en vilo, te enamoró de sus protagonistas y te hizo desear el tan esperado “y vivieron felices por siempre”. ¿Sucederá? Con la magia de un cuento de hadas y la emoción vertiginosa de la ficción distópica, Crónicas Lunares atrapa al lector desde la primera página.

Estoy muy contenta de haber leído este libro —además, lo terminé en un día de verano, con lluviecita suave cayendo—, de haberlo encontrado en Buenos Aires y que mi novio me lo haya regalado sin dudar. Después de haber leído los tres primeros seguidos, sin tener este cerca, pasé horrible, llena de ganas de saber qué pasaba y de volver a compartir páginas con estos personajes tan queridos. Tuve que esperar PILA. Pero valió la pena, sí, un montón.

Es muy difícil hablar del libro, última parte de esta tetralogía, sin contar de más. Y ustedes saben que ya de por sí no me gusta destripar libros, así que se pueden imaginar que esto no va a ser demasiado largo. Pero sí voy a decir un par de cosas más bien generales sobre la trama. Es un libro lleno de acción, pero también de escenas de planificación, de grandes conversaciones y diálogos excelentes. Pasa de todo. Es más, llegó un momento súper intenso en el que miré tooodo lo que me faltaba y pensé «¿qué más puede pasar acá?». Pero pasa, pasa, y está genial. Así que prometo que nadie puede aburrirse con este libro, que tiene casi novecientas (900) páginas. No es poco decir, eh. Además, el retelling de Blancanieves está muy bien insertado, y cuando nos vamos dando cuenta de los detalles que lo hace tal, quedamos satisfechos. Está muy bien pensado, eso seguro.

Aunque la historia está buenísima y es súper disfrutable y emocionante, lo mejor de esta saga sigue siendo lo bien creados que están los personajes. Lo fácil que es quererlos e involucrarse con sus historias. El desarrollo que tienen en Winter es inmenso, además de que atestiguamos las resoluciones de las historias de amor que venimos viendo, así que ya se pueden imaginar. En particular, en este libro conocemos más a dos personajes: Winter y Jacin, de quienes habíamos visto cosas en Cress, pero acá tienen más protagonismo. Aunque Jacin me sigue pareciendo meh, su historia con Winter es muy bonita. Y Winter es de las personas más buenas y desinteresadas que conocí, sinceramente. La locura que sufre, por un motivo generoso, la convirtió en un personaje adorable y fácil de querer. No es mi favorita —creo que sigue siendo Cress, y Thorne en el sector masculino. Qué casualidad más encantadora—, pero realmente disfruté leer sus escenas.

No me voy a entretener con todos los demás. Solo voy a decir que los quise más que nunca, que temí por ellos, que sufrí cuando ellos sufrían y festejé cada uno de sus logros. Hasta los secundarios más recónditos tienen importancia acá, algo que rescato mucho en una saga grande. E insisto: lo que más me voy a llevar de estos libros es el grupo de personajes principales que tanto llegué a querer. Eso es lo que voy a buscar de ahora en más en los libros de esta autora.

En cuanto a la prosa, es ideal para sentir que estamos viendo una película o una serie. Dinámica, ágil. Hace muy fácil la lectura y nos lleva por un libro, como les decía, de casi novecientas páginas como si fuera un paseo. Me parece ideal para este tipo de novela y agradezco que haya sido ligera. Lo considero un acierto.

Algo que también destaco de este cuarto libro es que, por fin, tenemos acción en Luna. Conocemos más del reino lunar y su gente, esta vez desde adentro. Y todo lo que significa para Cinder, obvio. Y más sobre Levana y la familia real, aunque tengo la sospecha de que para mí es nuevo porque no he leído Fairest —es muy caro y no me da para comprarlo todavía, perdón, no sé si lo llegaré a reseñar por ahora—. Si alguien me quiere confirmar este punto, lo agradezco.

El final me parece perfecto. Es más, es el final que yo misma le habría querido dar. Eso no quiere decir que sea bueno, o que sea bueno por eso, pero obviamente me parece satisfactorio, eh. En fin, que lo disfruté, me pareció bien cerrado —abierto a aventuras de estilo spin off o secuelas lejanas, nada más— y emocionante, aunque también racional. El que leyó, seguro entiende esto.

Entonces, tenemos un final de saga perfecto, emocionante, muy lleno de acción y de momentos emocionantes, intensos. Una saga que empezó meh y que fue mejorando volumen a volumen, con personajes que crecen y que es imposible no terminar amando. No les voy a decir que lean toda la saga si no les llama, pero creo que no se van a arrepentir. Y si no les convenció Cinder, no soy negligente al asegurar que mejora y mucho. En serio. Lo recontra recomiendo. Sí.

jueves, 16 de febrero de 2017

Delirios - Reseña

El País de las Maravillas sólo era el principio…
Después de su aventura, Alyssa Gardner trata de olvidar a la vengativa Reina Roja, al atractivo Morfeo y concentrarse en su nueva vida con Jeb. Pero no es tan sencillo: su madre, recién liberada del hospital mental, se comporta de nuevo de manera extraña. Un día Morfeo aparece de nuevo para pedirle que vuelva arriesgarse por el País de las Maravillas, Alyssa comprende que tendrá que contarle la verdad a Jeb, quiera o no.
El País de las Maravillas la reconoce como una de los suyos, y si acepta el reto, Alyssa deberá enfrentarse a una batalla mortal, que podría costarle mucho más que la cabeza. 







No puedo empezar esta reseña sin agradecer al #Clubdelecturauy por el sorteo en el que gané este libro. No lo habría leído de otra forma; como conté en la reseña de Susurros, pensaba dejarlo como si fuera autoconclusivo, porque cerraba bien y no me había fascinado como para meterme en la saga de lleno. Sin embargo, el destino (?) o lo que sea quiso que el segundo libro llegara hasta a mí, así que decidí hacerle caso y ver qué tal. Además, me lo habían recomendado. La verdad verdadera, y lamentándolo mucho, es que creo que debería haberlo dejado como autoconclusivo. Creo que se va a notar en el tono de la reseña que este libro me hizo enojar, porque normalmente no me gustan las reseñas negativas, pero acá no tuve más remedio. Perdón.

Si recuerdo bien, mi cosa favorita sobre Susurros había sido el País de las Maravillas, su encantadora oscuridad y lo poderosa que era Alyssa allí. Adivienen... ¡Sí! En este libro no vamos a tener apenas nada del País de las Maravillas.

Al principio soporté la sosa vida de típica adolescente estadounidense de Alyssa porque estaba esperando el momento en el que viajarían de nuevo, en el que dejarían atrás toda esa ambientación típica, cliché y aburrida. Qué grata *no* sorpresa fue encontrar que todo el libro se desarrolla en Pleasance, Texas.

Además, los personajes están planificando el baile de graduación. O sea. ¿Por qué? ¿Qué trauma tienen en ese país con el bailecito ese? ¿No pueden dejarnos en paz ni en los retellings? Me broto toda de rabia pensando en eso. 

Y la cosa que más me molestó de todo el libro: ¿taaaanto vas a describir la vestimenta de los personajes principales? ¿En tantas ocasiones? NOBODY CARES WHAT ALYSSA IS WEARING referencia a My Immortal. En serio. Además, es todo tan forzado. Miren qué distinta que soy, me visto así porque soy especial. No sé, basta. Me irritó mucho todo eso.

Sobre los personajes, en general no tengo mucho que decir. Alyssa me sigue cayendo bien, entiendo sus motivos para ser como es y hacer lo que hace. No siento que crezca demasiado, pero al menos tiene objetivos y hace todo lo que está en sus manos para cumplirlos. Morfeo sigue siendo un misterio, y acá empezamos a conocerlo más. Sigo creyendo que es el mejor personaje de la saga y disfruté bastante sus apariciones. Tampoco en este libro me gustó Jeb; qué personaje al pedo, solo para crear drama y darle motivos a Alyssa para permanecer en el mundo de los humanos. Como si su familia no bastara. Nada de Jeb me gusta, aunque lo hallé menos detestable que en el primer libro. Quizás porque aparece menos. 

Fuera de este triangulito de protagonistas, hay dos a los que conocemos mucho, mucho mejor, y creo que ese fue el punto fuerte de la historia, lo que me motivó a seguir leyendo y despertó mi curiosidad: los padres de Alyssa. Dado que, en serio, es lo único que rescato, me niego a decir más al respecto. O sea, no quiero arruinarles eso. Al menos disfruten de algo cuando lean este libro, si no les queda más remedio que leerlo.

¿Los antagonistas? Predecibles, como Taelor; aburridos, como Roja, a la que todavía no entiendo muy bien y que no me genera nada. Creo que si se hubieran enfocado un poco más en esto, podría haber sido un punto alto, pero se nota que la autora quería mucho que fuera una trilogía, y acá tienen este libro: un largo y aburridísimo puente entre el primero y el tercero. Innecesario, sí. 

Lo otro que podría destacarse del libro son sus últimas páginas. No el confuso y precipitado desenlace, sino la última escena, que no puedo desvelar porque sería un spoiler enorme y malvado. Es casi brillante, podría decir, y me da una rabia inmensa porque podría haber tenido ese nivel desde mucho antes. Quizás sea la única razón que tengo para querer leer el tercer libro, para sentir algo de intriga por esta historia. Es una escena tan poderosa, tan bien escrita, que se siente perfecta para un final. En serio.

¿Qué voy a hacer? No lo sé. No pienso comprar la siguiente parte; no es una prioridad y no sé qué tanto quiero leerlo en verdad. Probablemente haga lo mismo que con este; si llega a mí, aceptaré mi destino (?) y lo leeré. Si no, puedo vivir tranquilamente. Después de todo, en la portada del tercer libro está Jeb, y tan solo al imaginarme lo que eso significa siento ganas de gritar

No sé, obvio que no lo recomiendo, pero a muchos les gustó, así que vean ustedes si vale la pena. Ya saben cuál es mi opinión.

lunes, 13 de febrero de 2017

Un regalo de mi gran amor - Reseña

Doce historias románticas narradas por doce reconocidos autores juveniles.
Si te gustan las historias de navidad, las películas de navidad, los especiales de TV navideños, los episodios de navidad de tus series favoritas y, sobre todo, si te gustan las antologías de navidad, te vas a enamorar de Un regalo de mi gran amor: doce historias de navidad por doce escritores bestsellers de juvenil, editado por la autora de éxito internacional Stephanie Perkins. Ya sea que celebres Navidad o Hanukkah, el Solsticio de invierno o el Año Nuevo aquí hay algo para todo el mundo. Tienes doce razones esta temporada para quedarte en casa y enamorarte.







Antes que nada, quiero agradecer a Penguin Random House por el ejemplar. Gracias por volver a confiarme otra reseña. Tenía ganas de leer este libro porque algunos de los autores ya me gustaban de antes, a otros los quería leer, pero no había tenido la oportunidad de leer sus libros, y al resto no los conocía, pero ¿qué mejor forma de conocerlos que a través de relatos y después ver qué tal?

Debo admitir que no soy buena lectora de relatos. Si los tengo que leer todos seguidos, me abrumo. Por eso, prefiero leerlos de a poco. A veces abandono un libro durante años. Sí, años. Obviamente, no podía hacer eso con este —sería una falta de respeto hacia la editorial—, pero igual me tomé mi tiempo y lo fui leyendo de a poco. Por eso voy a comentar un poquito de cada uno, sin decir demasiado, así no le arruino nada a nadie. Otro episodio de «Sofi haciendo piruetas para no spoilear».

Otra cosa que podrían preguntarme es: «Sofía, ¿por qué estás leyendo este libro si ya pasó Navidad, la época navideña y ni siquiera es invierno en tu hemisferio?». Primero que nada, los rezongaría por usar mi nombre entero (?), y después les diría que ¿acaso necesito una excusa? Los relatos de este libro son lindos en sí mismos, y creo que vale la pena leerlos independientemente de la época del año. ¿Será mejor la atmósfera si se leen en Navidad o en invierno? Puede ser. Personalmente, desde este hemisferio siempre me va a faltar una de las dos cosas, así que un poco me da lo mismo. Ni que necesitáramos esa atmósfera para imaginar.

También es necesario aclarar que leí los relatos de cuatro en cuatro; el primero cuarteto estuvo bien, mientras que el segundo fue excelente. Además, quería leer a esos autores desde hacía tiempo, y esta me parecía una gran oportunidad. El tercero, por su parte, fue bastante normal, pero tuvo un final maravilloso.

Una última cuestión antes de pasar a hablar de los relatos: ¿vieron este libro en persona? No solo tiene tapa dura, las letras son brillantes y doraditas, y le pusieron una cintita a modo de marcador. No, además, las páginas son de color fucsia flúo por fuera. Es tan lindo como objeto que me encanta mirarlo mientras lo leo. Así de lindo.


A medianoche (Rainbow Rowell)

Obviamente, este es de los que quería leer por su autora. Los que andan por acá hace más tiempo recordarán que no hubo un libro que leyera de Rowell que no me gustara. Lo que más amo de esta autora es su forma de escribir, que nos hace sentir una calidez especial e inmediato cariño hacia los personajes. Este relato, en el que vemos lo que sucede entre este par de amigos durante la noche de fin de año, durante varios años, no es una excepción. Aunque es un recurso narrativo ya conocido, creo que logró perfectamente lo que buscaba. Y me generó cosas muy lindas. Lo único negativo, y es negativo a medias, es que el chico, Noel, me recordó demasiado a Levi, el interés amoroso de Fangirl. Es solo negativo a medias porque me encanta Levi, pero no gusto demasiado de que se repitan así las personalidades. Creo que igual esto es muy subjetivo.


La dama y la zorra (Kelly Link)

Este cuento me desconcertó. Casi desde el inicio se mezcla lo cotidiano con un elemento fantástico, se maneja mucho la nostalgia y a la vez hay bastante del presente. Sin embargo, no estoy segura de lo que la autora quiso hacer. ¿Una especie de La Reina de las Nieves moderno? Además, la narración se me hizo confusa. El final, como mínimo, es surrealista. Creo que quiso darle un aire un poco onírico y se le fue de las manos. No estoy segura. No conocía a la autora, pero no creo que incursione en sus libros.


Ángeles en la nieve (Matt de la Peña)

Una de las cosas que más me gustó de este relato es conocer una realidad que no siempre vemos representada —al menos de ese lado— en la literatura juvenil: la de los inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos. No es una realidad fácil, para nada, y los complejos de inferioridad que tiene Shy, sobre todo al encontrarse con su inesperada vecina, roban el protagonismo de una historia que, de otra forma, sería lo suficientemente sencilla como para caer en el olvido. Me encanta que en tan pocas páginas sepamos tanto del protagonista y lo sintamos tan cercano. Creo que eso faltó en la vecina, pero bueno, no puedo pedir eso. No conocía al autor, pero no me molestaría leer algún otro trabajo suyo.


Me encontrarás en Polaris (Jenny Han)

Otro relato algo desconcertante. Sin embargo, me resultó interesante el concepto de la chica adoptada por Papá Noel, que vive en el Polo Norte, con los elfos. Si bien la historia en sí me pareció floja, y bastante rebuscada, es graciosa y está muy bien narrada. Lamento el final, que es muy decepcionante. Podría haber seguido perfectamente. De hecho, pasé la página y me sorprendí al encontrarla en blanco. Una pena, porque prometía. Tampoco conocía a la autora, pero no tendría problema alguno en leer algo más, aunque iría con pocas expectativas.


Es un milagro de Navidad, Charlie Brown (Stephanie Perkins)

Este fue un relato verdaderamente adorable. No solo por la historia, por lo bien narrada que está y por lo que llegamos a sentir por los personajes en tan pocas páginas. Dice tanto sobre ellos, en pequeños fragmentos de información, que son palpables. La historia es muy simple; una chica que quiere que otro chico la ayude con su voz para un corto animado, al que finalmente termina comprándole un árbol de Navidad. Se pueden imaginar el resto. La belleza del relato no está ahí, sino en cómo nos llega. Y llega bien. Tan bien que me habría gustado leer una novela entera sobre ellos. Realmente voy a leer a esta autora más adelante.


Tu Santa provisional (David Levithan)

Lo que me viene a la mente al pensar en esta historia es «entrañable». Al igual que en la historia anterior, conocemos a los personajes bastante en pocas líneas. Sin embargo, no me interesó mucho y una cierta escena, la discusión con la hermana del novio del protagonista, se me hizo forzada. Fuera de eso, todo bien. Está narrada excelentemente y no me molestaría leer algo del autor, aunque no está en mis planes por ahora. Los sentimientos de los personajes están muy bien transmitidos. Además, me alegra que este libro no tenga relatos solo de parejas heterosexuales.


Krampuslauf (Holly Black)

Otro de los pocos relatos del libro que tiene toques de fantasía. Acá, se juega con el mito del Krampus y con las costumbres estadounidenses, tanto las supersticiosas como las tradicionales y las actuales entre los jóvenes en las fiestas. Las hadas, los elfos y otro tipo de criaturas tienen un lugar importante en la vida de la narradora, cosa que no me sorprende de esta autora. Lo que sí me sorprendió gratamente es el valor que se le da a la amistad por sobre el amor en el relato —que ni siquiera llamaría «amor»— y lo ligero, despreocupado de la forma de festejar de los personajes. Se hizo mucho más liviano que varios de los relatos realistas. Quizás lea otros libros de la autora.


Maldita sea, Sophie Roth, ¿en qué estabas pensando? (Gayle Forman)

Como me pasó con otros cuentos de este libro, me habría gustado que durara más. Es una historia muy bonita, muy sincera, y que se lee rapidísimo. Tiene muchos guiños a la cultura popular, que no quedan forzados para nada. Quizás aprendemos menos de los personajes que en los relatos anteriores, pero la empatía aparece. Teniendo en cuenta lo que sé de la autora, esperaba algo bastante más dramático, pero encontré una historia bonita y ligera, que me dejó de bastante buen humor. Definitivamente voy a querer leer a esta autora más adelante.


Cubetas de cerveza y el niño Jesús (Myra McEntire)

Lo que me viene a la mente cuando pienso en este relato es «intrascendente». Aunque está bien narrado, se lee rápido y tiene dos o tres cosas interesantes, la verdad es que lo terminé y de inmediato olvidé que lo había leído. No me parece malo ni mucho menos, solo... ¿Innecesario? No lo sé. Un chico que prende fuego una iglesia por error (!) y termina teniendo que ayudar al pastor con la obra de Navidad. Puedo rescatar, como bueno, el sentido del humor que se maneja. Además, el protagonista es bastante diferente a lo que solemos ver. No sé, no me llama mucho leer a la autora si este relato es el ejemplo que tengo.


Bienvenidos a Christmas, California (Kiersten White)

Me interesaba bastante leer el relato, porque tengo And I Darken, de esta autora, pendiente y por leer dentro de nada. Creo que ajusté mis expectativas a ese libro y me sorprendí al encontrar una historia realista y con bastante humor. De hecho, el humor es una de las cosas que quiero resaltar. Eso y la profundidad de los personajes, lo cercanos que se vuelven. Me gusta del libro en general que no solo tengamos las típicas visiones de las películas navideñas, sino de otros sectores de la sociedad. Tenemos un ni siquiera pueblito, gente muy humilde y que se esfuerza, y el amor y entendimiento expresados a través de la comida. Este relato fue muy interesante y me dejó una linda sensación. Además, tiene un final redondo y perfecto.


Estrella de Belén (Ally Carter)

No se me ocurre mucho que decir, es una historia simpática y cuyo desenlace me sorprendió. No así el final final, que me pareció predecible y cursi. Tenemos a una chica que cambia su pasaje de avión en el aeropuerto con el de una islandesa desconocida —que debía ir a pasar unos meses con su novio, pero ya no lo quiere—, y termina haciéndose pasar por ella para escapar de algo. Pueden imaginar el resto. Está bien escrito, es muy bonito y se le da más importancia a otro tipo de amor que el romántico, que es el familiar. Eso me gustó. Quizás lea algo más de la autora en otro momento.


La chica que despertó al Soñador (Laini Taylor)

Cómo se nota que Laini Taylor es una diosa y que hace todo bien. Este es uno de los pocos relatos del libro que tiene toques fantásticos, pero a diferencia de los demás, no ocurre en la actualidad. O eso supongo yo, por lo que se da a entender. Con dificultad parece tratarse del mismo mundo, así que ya les digo todo. Quiero decir lo menos posible del relato, porque es maravilloso ir viendo cómo se desenvuelve y cómo en tan pocas páginas la autora nos sumerge en la isla, en sus costumbres y en la extraña relación de Neve con el Soñador. No tengo ni que decir que la prosa es maravillosa y que ya solo por este relato deberían conseguir el libro. Es perfecto y, a menos que me esté cegando el entusiasmo, el que más me gustó.



Entonces, amigos, estos son los doce relatos que forman parte del libro. Si bien hay un par algo flojos, en general son buenos, divertidos y entrañables. No solo eso, sino que tenemos una gran diversidad representada, que no es un punto menor. Perfectos para leer en las fiestas, en invierno o, como yo, cuando se les cante. No hay una época para leer.

Los invito a buscarlo y enamorarse de la edición, leerlo de la forma que les guste más, en la época que les guste más, y disfrutar un montón con las diferentes historias y narrativas que se nos presentan. Más que recomendado

jueves, 9 de febrero de 2017

La profecía del cuervo - Reseña

Cada año, la noche de San Marcos, Blue Sargent acompaña a su madre al camino de los espíritus para ver a los que morirán en los siguientes doce meses. Sin embargo, este año es distinto: Blue, la única de su familia que no tiene facultades adivinatorias, ha visto a uno de estos espíritus, y eso solo puede significar que es su amor verdadero o que lo va a matar. Él se llama Gansey y es el estudiante más rico del colegio privado más elitista de la zona, la Academia Aglionby, cuyo emblema es un cuervo que todos los estudiantes llevan bordado en el jersey. Junto a Adam, un estudiante brillante, celoso del poder económico de sus compañeros; Ronan, un chico con problemas emocionales desde la muerte de su padre, y Noah, el observador taciturno que apenas habla, forman los chicos del cuervo, y están empeñados en descubrir la ubicación de la tumba del último rey galés, Glendower, el Rey Cuervo. Blue sabe que debe mantenerse alejada de ellos, porque los chicos del cuervo siempre traen problemas. Aunque nunca podría imaginarse el siniestro y oscuro mundo que los rodea, donde la magia dejará de ser un juego para convertirse en una amenaza mortal.

Sí, venimos con más cuervos (les juro que fue sin querer, esta entrada estaba programada para otras fechas y la moví justo para acá sin darm cuenta). Tenía muy claro que iba a querer leer este libro. Allá por 2009, 2010, creo, leí Temblor, la novela sobre hombres lobo de esta autora. Aunque la historia me dio un poco igual, lo que realmente me atrapó y quedó en mi memoria fue la bellísima prosa de esta autora, de esas que calan hondo. Así que cuando supe un poco más del argumento de este, ni lo dudé. Y me alegro muchísimo de que fuera así. 

Tengo que empezar hablando de la narración. No solo es linda de leer, disfrutable en un sentido más bien estético, sino que es muy «inteligente». ¿Cómo explicarlo? Pareciera que cada palabra hubiera sido específicamente seleccionada para crear tal efecto, y no me sorprendería que fuera así. Ya lo he dicho antes: aunque suene obvio, al escribir no da igual la combinación de palabras que elijas. Y esta autora, evidentemente, sabe lo que hace. La prosa se mimetiza con la ambientación y con la personalidad de los personajes, y así tenemos una historia creíble y que llega, que suena.

Otra cosa que tengo que mencionar, ahora sobre la historia, es que la estructura se me hizo diferente a lo habitual en la literatura juvenil. Después de haber leído muchísimos libros de este tipo, puedo decir que sí existe una estructura, o al menos situaciones, muy típicas que tienden a repetirse. Acá no lo sentí así. De hecho, muchas de esas situaciones aparecieron revertidas o deformadas. Por poner un ejemplo: cuando chica conoce a chico y sabemos que van a estar juntos para siempre porque sintieron algo al mirarse por primera vez. Acá eso no solo no es claro, sino que la situación está deformada para que los acontecimientos vayan por un camino diferente. Si bien quizás estas cosas provocaron un inicio más bien lento, supongo que ustedes ya saben que a mí las narraciones lentas no me molestan mientras sean necesarias y justificadas. Y acá lo es. La historia se construye de a poco, peldaño a peldaño, y es sólida, fuerte, creíble

Sobre la historia en sí, qué decir. Más obvio que me iba a gustar. Un pueblito, un bosque, cosas raras... sounds like me? Un misterio que resolver, que obsesiona a nuestros protagonistas y a sus enemigos. Que tiene magia, energía y leyendas relacionadas. Un grupo de amigos con vidas complicadas y un contexto muy, muy peculiar. Sí, obvio que me iba a gustar. 

Los personajes son otro punto fuerte de esta novela, personajes que tampoco vienen del molde de la literatura juvenil más típica. La familia de Blue, nuestra protagonista, es un grupo de mujeres videntes, con habilidades psíquicas reales, que Blue no comparte, aunque sí tiene un don: es como si fuera un amplificador de energía. La relación de Blue con su madre y las demás mujeres de la familia es bastante particular y, en lo personal, me divirtió mucho. Son fundamentales para que Blue tenga esa personalidad suya, rarita aunque sensata. Creo, sin embargo, que para ser la protagonista la conocemos muy poco, y realmente espero que se profundice más en ella en los próximos libros

Por otro lado tenemos a the raven boys —una vez más, leí en inglés, así que si alguien tiene ganas de decirme cómo se tradujo algo, ya saben que yo encantada—, que es como se les dice a los estudiantes de Aglionby, el colegio privado solo para varones de Henrietta, el pueblo donde se desarrolla esta historia. Sin embargo, el título hace clara referencia al grupito de amigos que conoce Blue: Gansey, Adam, Ronan y Noah. El sabelotodo, condescendiente pero magnánimo Gansey, cuya obsesión por Glendower y su historia dan inicio a todo; Adam, que tiene una vida de mierda pero se esfuerza para ser cada vez mejor; Ronan, que lo tiene todo, pero las heridas del pasado lo hacen comportarse como un imbécil; y Noah, tan tímido, tan invisible casi, tan importante, crucial para el desarrollo de esta historia. No puedo decir más de nadie

Lo que sí puedo decir es que todos están muy bien armados, y llegamos no solo a conocerlos, sino a encariñarnos y preocuparnos por ellos. Yo, la verdad, me preocupé mucho. Así de jodido todo.

Cuando dije que la situación ejemplo se deformaba, me refería a algo central en la historia de este libro: todas las personas con habilidades psíquicas que conocen a Blue le han dicho que cuando bese a su verdadero amor, este va a morir. Y en la noche de San Marcos, en la que los espíritus de los que van a morir durante ese año aparecen, es capaz de ver a uno de ellos. Y eso solo significa dos cosas: o es su verdadero amor, o ella fue su asesina. Qué turbio, sí.

En fin, qué manera de conocer a tu verdadero amor, ¿eh? O no, porque también está esa otra opción. Y el problemita no menor de que el nombre de la persona a quien ve esa noche no coincide con el de la persona que le gusta desde casi el inicio del libro, con quien sí pasan cosas. Entonces, ¿qué tenemos claro? Nada, y mientras intentamos predecirlo, la trama se mueve por lugares oscuros y nada, nada 

Cuanto más van investigando y descubriendo sobre las líneas ley, la energía y Glendower, más vamos conociendo nosotros sobre sus vidas y sobre Henrietta, el pueblito de Virginia en el que viven, para bien o para mal. También se vuelve muy importante el bosque cercano, que permite a la autora crear una ambientación maravillosa. Quizás las escenas del bosque fueron mis favoritas, teñidas de fascinación y de inquietud a la vez. Leí casi todo el libro de noche, y aunque tenía muchas ganas de ir al baño, me aguanté porque me daba cosita. En serio. 

La verdad es que, en general, este libro me gustó mucho, como sabía que iba a suceder, y me dejó con ganas inmensas de leer las continuaciones, aunque creo que no hace daño leer solo este, si quien lee es una persona que no tiene drama en dejar algún que otro misterio sin resolver. Ya me ganó solo con la prosa, pero esta historia y estos personajes lograron gustarme en su propia ley. Sin dudas voy a leer los demás, y en algún momento también la novela autoconclusiva Las carreras de Escorpio, que me llama muchísimo la atención. 

Así que eso. Gran narración, buenos personajes, una ambientación perfectamente creada. Además, tenemos un misterio de esos que se te quedan en la mente y piden que sigamos leyendo para saber de qué se trata. Obvio que lo recomiendo, ¿qué se pensaban que iba a decir?

lunes, 6 de febrero de 2017

Seis de cuervos - Reseña

Kaz Brekker, un genio del crimen que regenta un antro de juegos de azar y apuestas conocido como el Club Cuervo, debe reunir a un grupo de seis personas con las habilidades necesarias para entrar (y salir) de la Corte de Hielo, una fortaleza inexpugnable que mantiene bajo llave un secreto que podría dinamitar el equilibrio de poder en el mundo.
Es probable que nadie sobreviva a esta misión, pero si quiere hacerse rico más allá de lo que alcanza su imaginación, Kaz va a tener que jugárselo todo a una sola carta. Y esa carta es un Seis de Cuervos. 









Por supuesto que tenía montones de ganas de leer este libro.  Ya el año pasado disfruté montones de la trilogía Grisha —con sus más y menos, como pueden ver en las reseñas—, sobre todo de esa ambientación increíble que nos regalaba la autora. Al enterarme de la existencia de esta bilogía, obviamente la puse en mi to-be-read. Lo encontré sin buscarlo durante mi viaje a Buenos Aires, en diciembre del año pasado. Lo vi ahí, en una librería a la que entramos medio sin ganas, y pegué un gritito. Tenía que llevármelo.

Obviamente, lo arranqué con montones de expectativa y, aunque no me decepcionó, no encontré la historia frenética que esperaba, aunque sí que hay acción, emoción y situaciones en las que no tenía la menor idea de cómo iban a salir con vida. No quiero contar mucho de la trama porque se va desenroscando de a poquito, y esa es la gracia. La sinopsis les dice todo lo que tienen que saber para encarar el libro con una mínima idea. Yo solo vengo a decirles que engancha muchísimo, que está pensada hasta en los detalles y que auspicia una continuación mucho más oscura e intensa. Como nos gusta, a ver.

Lo que más me gustó de la historia es que es inteligente. Se nota que atrás hubo una planificación intensa e incluso estudio. Que nada es porque sí. Y, además, logró que los flashbacks con pedacitos de la vida pasada de los personajes encajaran perfecto, sin que interrumpieran el flujo de la trama. Eso no es nada fácil de hacer, y no siempre queda bien. La construcción de esta novela es increíble, en estos sentidos, y que la historia sea sólida es fundamental para el siguiente punto, el punto fuerte de la novela, de hecho, y su principal atractivo: los personajes.

Si la construcción de la historia es sólida, la de los personajes es además fascinante. Tenemos una narración desde seis perspectivas diferentes (a excepción del prólogo y del epílogo), en tercera persona. A pesar del cambio constante, nunca queda fuera de lugar ni nos saca de ambiente. Además, aunque estemos en tercera persona, siempre hay algo muy personal en la narración que nos permite conocer más al personaje en el que se enfoca. Otro trabajo impecable.

No voy a enfocarme en cada uno de los personajes principales. Este libro salió en otros países hace mucho y ya hay montones de reseñas que te los describen a la perfección. En este caso, además, creo que lo lindo es ir conociéndolos de a poco, como el libro nos permite hacerlo. Cada uno de ellos tiene una personalidad muy marcada e historias de vida que vamos descubriendo según avanza la cuestión. Y cada uno tiene un papel importante que jugar en la misión, una misión que parece imposible y en la que van a entrar por diferentes motivos. Al final, lo imposible es no encariñarse con todos ellos, tan reales que parecen. Tan valientes y generosos algunos, tan asquerositos y fríos otros. Creo que mis favoritos son Nina, Inej y Jesper, no sé si en ese orden. Aunque igual me re gustaron los otros, ¿eh? Pila. No solo los protagonistas están bien definidos; todos los secundarios que importan están construidos a la perfección y su existencia, plenamente justificada.

El otro aspecto del libro que me pareció maravilloso es el worldbuilding. No es ninguna sorpresa, ya que había sido lo mejor, para mí, de la otra trilogía. Sin embargo, en este podemos conocer Kerch y Fjerda, otros países del universo de la saga. Basados el primero en Holanda y el segundo en algún país nórdico, tienen tanta vida que parecen reales. Acá también hubo mucho trabajo, sobre todo en el aspecto lingüístico y en el geográfico.

Lo que ayuda mucho a la ambientación también es la prosa, que noté mejor todavía que en la trilogía de los Grisha, y que además de ser excelente a la hora de enganchar, permite que imaginemos todo lo que sucede con facilidad. Alguien que conozco se refirió a este tipo de narración como «cinematográfica», y dados los orígenes de la autora —con el cine tan cerca—, no me sorprende para nada. Leí el libro en varias noches porque tuve una semana con bastante actividad cerebral (?), pero en realidad da para morfárselo en una noche sin culpa. En serio.

Hay una sola cosa que no me gustó, pero no tiene nada que ver con la historia en sí. Aunque la edición es preciosísima, muy cuidada —tapa dura, sobrecubierta, mapas, todo lo que amo—, creo que hubo un problema enorme y es que o no hubo un corrector, o el corrector dejó pasar un montón de errores feos. Es decir; sé que hubo un traductor, y los traductores también son profesionales de la lengua. Sin embargo, no la estudian de la misma forma que un corrector, y además no creo que sea sabio utilizar a la misma persona para ambas tareas. Son las dos carreras que estudio o estudié, así que no estoy tirando fruta ni desvalorizando el trabajo de nadie. La traducción es excelente. Pero me parece que si vamos a invertir en una edición tan linda, podemos tratar de que no salga con errores de tipeo ni minúsculas después de puntos. En varias ocasiones.

En fin, salvo por ese temita, creo que es un libro de los que uno no duda al darle una puntuación perfecta o bien alta. Es atrapante, está bien construido y los personajes son humanos, cercanos, creíbles. La ambientación también es perfecta. En resumen, ¿qué están haciendo si todavía no lo leyeron? Apuren, que si vale la pena o no ni siquiera está en cuestión.

jueves, 2 de febrero de 2017

Las páginas del mundo - Reseña

Furia vive en Inglaterra, en una solitaria finca rural. En las catacumbas de la residencia familiar hay una biblioteca cuyos pasillos no tienen fin. En ella, Furia aguarda ansiosa el encuentro con su libro gemelo, aquel que le hará despertar sus habilidades bibliománticas, un talento con el que se nace y que permite usar el poder secreto de los libros, una energía que surge de las palabras escritas, impresas y encuadernadas.
Pero cuando secuestran a su hermano, Furia debe luchar por salvarle la vida. Y esa lucha la lleva hacia Librópolis, la ciudad a la que van a parar las librerías desaparecidas, y hacia los confines de los Refugios Nocturnos. Allí conoce a Cat, ladrona en el exilio, y al rebelde Finnian. Juntos se enfrentarán con la tiranía de la Academia Adamística para evitar el fin de todos los libros.
La lucha contra los dictadores de la bibliomancia y contra la desescritura de todos los libros ha comenzado... 

Bueno, era obvio que iba a querer leer este libro. No solo por la preciosísima edición de Pictus, que es todavía más linda en persona, sino porque el autor es Kai Meyer. Ya lo he mencionado antes, pero este autor escribió la trilogía La reina de la laguna, únicos libros que me llevaron al borde de las lágrimas. Así que leer este o no jamás estuvo en duda.

Muchas gracias a Stephanie por habérmelo prestado, y por haber pensado en mí de inmediato al comprarlo ♥. No sé cómo será para cuando salga esta reseña, pero en el momento en el que me lo prestó, ni siquiera lo había leído. Así de generosa fue.

Voy a ser sincera y admitir que con esta historia me tomé mi tiempo. No porque no fuera trepidante, ni interesante, ni tuviera una ambientación de la que me muriera por saber más. No, mi principal motivo es que me agarró en la época de los últimos parciales y el examen internacional de japonés. Además de eso, a principios de diciembre viajé a Buenos Aires y no me llevé ningún libro en papel —sí volví con varios—, así que también se demoró la lectura. Otro motivo es que, a pesar de enganchar, se presta para leer de a poquito, como cuando comés algo rico de pedacitos para que dure más.

Lo mejor de este libro, pero sin siquiera detenerme a pensarlo, es la ambientación. Estamos en Inglaterra, pero hay todo un mundo secreto, el de los bibliomantes, donde la magia existe y nace de los libros, del vínculo entre el bibliomante y su libro gemelo. Existen ciudades, refugios para bibliomantes, que están regidos por el gobierno totalitario de la Academia Adamística. Y además, existen los Exlibris, criaturas salidas de los libros, concentradas en guetos y discriminadas por la Academia, presuntamente peligrosos. Hay historias, leyendas, literatura sobre la bibliomancia. No es una cosa difícil de creer; es decir, en esta historia la ambientación es fascinante sin dejar de ser consistente

Es esta consistencia la que permite que las vueltas de tuerca que aparecen nos impacten de semejante manera. Porque puede ser. Porque todas las pistas igual andaban por ahí y nosotros no nos dimos cuenta. El misterio se construye de manera inteligente y la historia explota en más de una ocasión, cambiando las reglas del juego. Sin piedad, eso sí, desde el principio. Parece algo infantil, cuando la empezamos a leer, pero pronto, muy pronto, nos damos cuenta de que es bastante más oscura de lo que imaginábamos.

Notarán que estoy dando vueltas para no hablar de la trama en sí. Sé que normalmente no hago un resumen de lo que pasa, pero con este libro en particular, prefiero decir más bien poco. Así como tampoco voy a entrar en sus personajes de forma exhaustiva, aunque por un motivo un poco diferente. Aunque estén bien diferenciados y descritos, aunque sepa que están bien construidos y que sus metas, miedos y sentimientos son claros —en su mayor parte—, casi no empaticé. Y eso que les pasa de todo, pobrecitos. Estoy casi segura de que el problema soy yo, ya que este autor ha sabido crear personajes que jamás se fueron de mi mente, pero sentí que miraba las cosas muy de afuera, en vez de meterme en la historia. Y qué pena, porque estos personajes son tan interesantes, tan diferentes a lo que se ve en la juvenil habitual. 

Creo que no está de más decir que su autor, Kai Meyer, es alemán. Es decir; por más que haya estudiado un poquito de alemán, no sé lo suficiente como para leerlo en su idioma original. Así que no tengo ni idea de qué tal es su prosa sin el filtro de un traductor. Como se podrán imaginar, no tengo queja. Siempre hizo que sus mundos me fascinaran y que pudiera transportarme a ellos con facilidad. No es una narración densa ni ahí, aunque tampoco es de esas que se leen como si fueran invisibles. 

No puedo dejar pasar este punto. A diferencia de sus otros libros, este lo leí de la mano de la editorial Pictus, que es, hasta donde sé, argentina. Esto se notó en la traducción; aunque los personajes no vosean, sino que tutean, la elección de cierto vocabulario se me hizo rara, y esto no es algo que esté criticando a la editorial, sino a mí misma. Estamos tan acostumbrados a las traducciones extranjeras —no soy argentina, pero mi variedad se parece más a esa que a la de España o México—, que las rioplatenses nos rechinan. Sin embargo, el trabajo de la traductora me pareció excelente. Necesitamos más traducciones de este tipo, nos hace bien como comunidad lingüística. 

En definitiva, si tienen oportunidad de leer este libro, háganlo. Si no es por su trama llena de misterio y por sus personajes tan particulares, que sea por la increíble ambientación, que derrama un amor por los libros que seguro van a saber entender y compartir